Ryoma estaba riéndose de la cara molesta de Sakuno, cuando al mirar hacia su casa, vio a alguien que hizo que pierda esa sonrisa de inmediato.-Ayame – dijo el ambarino, quien había dejado de caminar.-¿Qué dices? Ryoma – dijo Sakuno, quien no entendía porque Ryoma se había puesto así de un momento a otro.-Hola, me extrañaste – dijo Ayame, abalanzando sobre Ryoma, abrazándolo del cuello.Ryoma se quedo inmóvil, mientras que Sakuno empezó a recordar, que ella era aquella chica, con la cual había visto a Ryoma hace tiempo en una cafetería.-*Ayame*- pronuncio en su mente Sakuno – mientras sentía como toda esa alegría que tenia empezaba a esfumarse.-*¡¡¡Ella, pero que hace ella aquí!!! Miro a Ryoma, y veo su rostro desencajado, creo que el esta mucho mas sorprendido que yo, pero… también veo como el empieza a corresponderle el abrazo…, no puedo seguir mirando, verlos así me duele. Agacho mi cabeza y miro el suelo, pensando talvez que este me iba a quitar la imagen de Ryoma y Ayame abrazándose, no puedo seguir ahí, pero tampoco puedo salir corriendo ¿Qué hago?* – pensó Sakuno.-Te he extrañado mucho… - le susurro Ayame a Ryoma – mientras aun continuaba abrazándolo.-Yo también - le conteste a Ayame, en verdad me había gustado verla, ¿Pero no entiendo que hace acá? Volteo un poco mi mirada y la veo… Sakuno estaba agachada, mirando el suelo, y sé porque estaba así, empujo un poco a Ayame, tratando de separarnos, ella se suelta, y me mira un poco confundida.-¿Qué haces acá? Le pregunte.-Vine a verte, y además tengo que decirte algo – le dijo Ayame al ambarino, mientras giraba su mirada hacia la castaña.-Hola, yo soy Ayame, y tu debes de ser su compañera de la casa – dijo Ayame mirando a Sakuno, quien momentos antes había levantado su mirada.-Sí, hola yo soy Sakuno… Iré avanzando Ryoma – Dijo la castaña, para luego comenzar a caminar, ya no soportaba estar ahí.-Es muy bonita Ryoma – dijo Ayame sonriéndole al ambarino, esperaba ver la reacción de este.-Vallamos a la casa Ayame – dijo Ryoma, empezando a caminar, no iba a contestar el comentario de Ayame.Al llegar a la casa, Ryoma metió la pequeña maleta, que Ayame había traído,-Siéntate le dije, indicándole el sofá de la sala, ella se sentó, y cruzo las piernas, sentándose, en la postura de siempre, verla después de 4 meses, con esa misma mirada de tranquilidad que ella ponía, y a la que yo estaba acostumbrado, pero ya no me hacia sentir esos chispazos que yo tenia, cuando la miraba.-Ryoma, me puedes traer algo de beber – me dijo, sonriéndome como siempre – claro – le conteste.Fui a la cocina y vi que solo había pontas y agua, por supuesto agarre el agua, a Ayame, nunca le habían gustado las pontas.-Toma- le dije entregándole un vaso de agua – gracias lindo – me dijo, no me gustaba que me diga lindo, pero escucharlo después de tanto tiempo, me agrado.-Bien Ayame, cuéntame ¿porque has venido? – le dije. Realmente estaba muy intrigado, desde el primer momento que lo menciono.-Veras Ryoma, salí de vacaciones, y tus padres me pidieron el favor que te traiga el boleto… - ¿boleto? – le dije intrigado, y alzando una ceja.-Espera, que te cuente todo pues… Mira, lo que pasa es que Ryoga, logro conseguir una vacante para la mejor escuela de tenis de Estados Unidos, y tienes que ir de inmediato a inscribirte, sino le darán la vacante a otra persona, por eso tus padres me mandaron a decirte esto y traer el boleto conmigo – Ryoga logro esa vacante que tanto tiempo estuve anhelando, no me gustaba la idea de quedarme para nada en Japón, siempre supe que seria un tenista profesional, y esta era la oportunidad que había esperado tanto tiempo, pero… - ¿Ayame, era necesario, que lo trajeras personalmente, simplemente, no me lo hubieran mandado el boleto? – le pregunte, ella me miro con algo de nostalgia, esa era una mirada, que nunca había visto en ella. –Ryoma, desde que te fuiste, empecé a comprender lo que realmente sentía por ti, te he extrañado un montón, y me he dado cuenta que en realidad yo…Te quiero – me dijo, acercándose poco a poco hacia mi, me agarro de los hombros, y suavemente, comenzó a rozar sus labios con los míos.Me estaba besando, Ayame me estaba besando, me quede quieto, pero ese momento inmóvil, había durado poco, ya que yo también empecé a besarla, siempre quise besarla, pero… ahora era distinto.En los pensamientos de Sakuno.Ya estaba lista para irme a la fiesta de Ann, habían pasado cerca de tres horas desde que Ryoma y Ayame, se habían quedado conversando en la sala. ¡Diablos! Se que Ryoma, ya no ira a la fiesta conmigo, pero… yo lo quiero, y haré que se olvide de Ayame, se que el esta empezando a sentir algo por mi, por eso, tengo que encontrar la manera de alejarlo de ella.Me miro al espejo, me puse una falda de jean, una blusa verde de tiras, y unas botas negras, quería que Ryoma me vea hermosa, me solté todo el cabello, dejando caer mis hondas por toda mi espalda.Agarre mi casaca, salí de mi habitación y empecé a bajar las escaleras, me dirigí hacia la sala y los vi… En ese momento sentí, como mil agujas hincaban mi corazón, no podía creer lo que estaba viendo, nunca creí capaz a Ryoma de besarse con ella aquí… el sabe que yo lo quiero, ¿Por qué me hace esto?, mis ojos no lo soportan mas, tengo que salir de ahí, pero, diablos se me cayo mi cartera… justo en este momento se me cayo la cartera, el sonido de mi cartera caer, hace que por fin pueda reaccionar.-Ya… me voy Ryoma – le dije con la voz entrecortada, hubiera querido hablarle con total seguridad, pero no pude.Me agache, recogí mi cartera y salí corriendo, en verdad, nunca pensé que doliera tanto.En los pensamientos de Ryoma.-Escucho un ruido y me separo de Ayame, no puede ser ella me vio besándome con Ayame, la cara desencajada de Sakuno, me dice que esta a punto de llorar, sus ojos que me miraban con rabia y tristeza juntas, hacían que me sienta la peor basura del mundo.-Sakuno, espera… - le digo, mientras la veo alejarse – salgo corriendo para tratar de alcanzarla, desde un inicio, yo le dije que quería a Ayame, pero ahora… Sentía la necesidad de darle explicaciones, ¿Por qué me nos tuvo que ver?La tomo del brazo, ella ya había salido de la casa – espera Sakuno, por favor – le suplico, ella no tenia la mínima intención de quedarse a conversar conmigo, ya que jala bruscamente su brazo – suéltame Ryoma – me dice mientras logo verle el rostro, que ya estaba inundado de lagrimas.Le agarro nuevamente del brazo y la atraigo hacia mi pecho, sin darle ninguna posibilidad de que pueda escapar.-¿Qué quieres? – me dice ásperamente, sin siquiera alzar su cabeza a mirarme.-No voy a poder ir a la fiesta contigo - le digo, acaso soy idiota, ella ya sabe eso, lo que tengo que hacer es darle explicaciones, pero ¿Por qué?, ella y yo no somos nada.-Ya lo se, Ryoma, no te preocupes, ahora suéltame – me dice, aun con la cabeza agachada.Quería decirle tantas cosas, pero no estaba seguro… nunca me gusto que las chicas estuvieran cerca mió, simplemente me hostigaba el hecho de que una chica este pegada a mi todo el día, pero con ella era distinto, nunca me incomodó abrazarla, ahora mismo me podría quedar con ella así… pero ¿que es esto que siento? será que la estoy empezando a querer… no, no puede ser esto es muy diferente de lo que siento por Ayame, suelto a Sakuno suavemente, no la puedo retener, no se explicarle lo que siento.En las pensamientos de Sakuno.Ryoma, me jalo hacia su pecho, que caliente se siente aquí, por un momento logro recobrar las fuerzas, el calor de su cuerpo me hace sentir mejor.Vamos Ryoma, dime que ya no quieres a Ayame, dime que ahora me quieres a mi, si saliste a buscarme es por eso ¿no? – me pregunto. No quiero verlo a la cara, lloraría aun más si lo miro, pero porque te quedas callado… luego de un rato Ryoma me suelta, acaso me esta dejando ir sin atajarme.-¡Idiota!... – le digo y salgo corriendo, no me dijo lo que yo esperaba.Ryoma solo miro a Sakuno alejarse apresuradamente, se paso la mano por el cabello, en un gesto de intranquilidad, se sentía impotente, al no tener claro sus sentimientos hacia ella.-¿Estas bien, Ryoma? – pregunto Ayame, apoyada ligeramente en la puerta de la casa.-No, no estoy bien – dijo el ambarino, entrando bruscamente a la casa, dejando a la pelinegra sola en la puerta.-¡Que pasa Ryoma!, ¿acaso estas con ella? – pregunto Ayame, que no entendía porque actuaba así el ambarino.-No, no estoy con ella, es solo que… -dijo Ryoma, volviéndose a tomar el cabello, pero no pudo continuar de hablar, ya que Ayame, se había lanzado hacia el, impidiéndole que continuara hablando.En los pensamientos de Ryoma.-No puedo soportar que Sakuno se haya marchado así, de seguro, ahora se encontrara con el imbecil de Eiji, que estará acosándola toda la noche, me tomo el cabello con desesperación, como si eso disminuyera mi angustia, pero… de repente siento el choque de los labios de Ayame contra los míos, el contacto físico con ella, me gustaba, pero este beso era diferente al que había tenido con Sakuno, aquella vez, una fuerte electricidad invadió todo mi cuerpo, pero… lo que siento ahora es muy distinto.-Para Ayame – le dije mientras la sostenía de los brazos, para poder alejarla. La mirada de desconcierto que puso me indico que se había dado cuenta que estaba siendo rechazada, a lo que lanzo una pregunta que sonó un tanto desesperada.-Ryoma, que sucede, acaso tú ¿tú no me quieres? – pregunto, mientras se aferraba fuertemente a mi camisa, ¡diablos Ayame!, si esto me lo hubieras dicho antes de… de que… conociera a Sakuno. Como había afectado mi vida esa chiquilla, nunca que pensé que la torpe con la que me tropecé aquel día, y que iba ser la primera chica que me gritara, a mi, a Ryoma Echizen, iba a convertirse en la persona, que me hiciera dudar sobre los sentimientos que tengo hacia Ayame.No Ryoma, no puedes dudar en estos momentos, Ayame es a la que siempre quisiste, me dije, tratando de ordenar mis ideas, pero… era cierto eso, es Ayame a la que quiero.-Sí, siempre te quise – le dije, ya no estaba completamente seguro de eso, pero si acaso, lo que me pasa con Sakuno, resultara ser solo nada.Ante mi respuesta Ayame puso la gran sonrisa que siempre ponía cuando estaba muy feliz.-Espera ¿Y tu novio le pregunté?, a lo que ella me contesto.-No te preocupes termine con él, cuando me di cuenta, lo que sentía por ti- me contesto.-Espera ¿Y tu novio le pregunté?, a lo que ella me contesto.-No te preocupes termine con él, cuando me di cuenta, lo que sentía por ti- me contesto.-Ryoma, dime ¿donde voy a dormir? – le pregunto Ayame al ambarino, mientras salía de la cocina, y miraba hacia el segundo piso.Ryoma se voltio a mirarla y le dijo.-Tendremos que ir a buscar un hotel – dijo el ambarino, mientras levantaba la maleta de Ayame.-Ryoma, espera, pensé que me quedaría a dormir acá… si solo es esta noche –dijo Ayame, reclamándole al ambarino.-No… acá no puedes dormir *no quiero que Sakuno te encuentre acá, cuando regrese* - pensó el ambarino, mientras abría la puerta de salida.-No entiendo, Ryoma, ¿Cuál es el problema de que yo duerma acá?, esta casa es grande, debe tener mas de dos habitaciones – le dijo la pelinegra, mientras cruzaba los brazos.-¡Maldición Ayame!, simplemente no puedes dormir acá y punto – dijo el ambarino que estaba muy molesto, con todo lo que había pasado.Ryoma, se había puesto de muy mal humor de solo pensar lo que podría estar haciendo Sakuno en la fiesta, además no permitiría que Sakuno, vuelva a ver a Ayame, sabia muy bien, lo llorona que era la castaña, y no quería que se pusiera mal al encontrarse con Ayame en la casa.-Estas así, porque ella nos vio besándonos ¿no?, es que acaso te pasa algo con esa chiquilla – le reprocho la pelinegra.-Ya te dije que te quiero a ti Ayame, es solo que me esta doliendo la cabeza… vamos a buscar el hotel ok – dijo el ambarino, mientras salía a la calle.Ya eran cerca de las 9 de la noche, ya hacia una hora desde que Sakuno había llegado a la fiesta.-¿Te pasa algo linda? – le pregunto Eiji a la castaña, que había estado con la mirada perdida toda la noche.-Esto, no nada, estoy bien – contesto la castaña, mientras fingía una leve sonrisa.En realidad, estaba muy mal, Ryoma, había preferido a Ayame que a ella, porque si Ryoma, la hubiera elegido en ese momento, simplemente no la hubiera dejado irse así como así.-*Solo quedan dos meses mas, para que Ryoma y yo sigamos viviendo juntos, ahora que haré, no voy a poder separarme de él, lo quiero demasiado, no se que haría yo sin él… ¡Diablos! ¿Por qué me tuve que enamorar de él?* - pensaba la castaña.La fiesta de Ann, estaba muy divertida, el hermano mayor de esta, había traído a sus amigos de la universidad, así que había un montón de gente, de distintas edades, toda la casa, estaba decorada, con globos platinados, la luz tenue, se obtenía, gracias a luces inteligentes, que había conseguido el hermano de Ann, que daban a la casa el ambiente de una disco, la música, con el mas alto volumen posible, era el acompañamiento perfecto para la gente que se animaba a bailar, que eran muchos por cierto.-La castaña, que había estado triste, toda la noche, decidió, que olvidaría todo, y que se la pasaría bien en la fiesta.-Eiji, vamos a bailar le dijo – mientras lo jalaba del brazo.-Sí, claro Saku – dijo Eiji, quien ya había sido arrastrado a la pista de baile.Sakuno, realmente era una buena bailarina, así que varios chicos de la fiesta, empezaron a mirarla, y no era para menos, la castaña era muy bonita.Por otro lado, Ryoma, ya había encontrado un hotel para Ayame, y ahora se encontraban en un restaurante terminando de cenar.-Ryoma, ya es muy tarde, tienes que ir a hacer tus maletas – le dijo la pelinegra.-¿maletas? ¿De que estas hablando? – dijo el ambarino, mientras alzaba una ceja.-Ryoma, tu vuelo sale mañana a las 10:00, tienes que alistarte hoy – la inscripción para la escuela, es pasado mañana – dijo Ayame, mientras sonreía, un poco al ver el rostro de sorpresa de Ryoma.-Viajo mañana, y ¿porque recién me lo dices? – Dijo el ambarino, serio como siempre.-Se me paso Ryoma, lo siento – dijo la pelinegra, mientras le tomaba las manos al ambarino.-Esta bien Ayame, ya regresemos que tengo que alistar mis cosas – dijo Ryoma, mientras se soltaba de las manos de Ayame, y se iba a la caja a pagar.-*Se que te pasa algo Ryoma, pero si esa chiquilla es la culpable, pues ya no importa, tu te vas mañana, y yo te alcanzare el próximo, para continuar mis estudios allá* - pensó Ayame mientras, veía al ambarino pagar la cuenta.Luego de un rato, Ryoma llevo a Ayame al hotel.-Adiós Ryoma, nos vemos mañana en el aeropuerto – dijo la pelinegra, mientras besaba a Ryoma.-Adiós – dijo Ryoma, separándose de la pelinegra.Así, Ryoma, llego a su casa, subió a su habitación, y no pudo pasar sin ver la habitación de Sakuno.-¿Ya habrá regresado? – Se pregunto el ambarino, ya que ya eran cerca de las 12 – No, no creo, aun es temprano – se contesto el mismo, mientras entraba a u habitación.Luego de unas 3 horas, Ryoma termino de alistar todas sus cosas, se hecho sobre su cama, y se puso a pensar, en que se iba a ir, sin poder ver el rostro de Sakuno otra vez, ya que probablemente, a lo hora que el se valla al aeropuerto, Sakuno seguiría durmiendo, y no iba a poder escuchar su voz otra vez.Ryoma se levanto, y se dirigió al cuarto de la castaña, solo una vez había entrado ahí, y apenas algunas veces, había logrado verlo, cuando Sakuno dejaba la puerta abierta.Al entrar vio, que estaba algo desordenado, y no esperaba más, ya que era el cuarto de Sakuno.Caminó hacia la cama, y se sentó en ella, agarro la almohada de Sakuno, y empezó a olerla, le gustaba el aroma de la castaña… Se dejo caer de espaldas en la cama, y se puso a mirar el techo, con esos hermosos ojos ámbar.-Acaso no voy a escuchar tu voz de nuevo pequeña – dijo para el mismo Ryoma, mientras apretaba la almohada.Por otro lado en la fiesta, eran ya las 3 de la mañana, Sakuno había tratado de divertirse, lo mas que podía, para no recordar a Ryoma y Ayame besándose.-Ya es tarde, será mejor que me valla – le dijo Sakuno a Ann.-Esta bien amiga, le diré a Eiji que te acompañe – dijo Ann – mientras llamaba con la mano a Eiji, quien lo único que hacia era mirar a Sakuno.-Eiji ven acá, un momento – le dijo Ann-Si ¿que pasa? – dijo Eiji, acercándose a la joven.-Eiji, Sakuno ya se quiere ir, ¿la puedes llevar tú, a su casa?, es peligroso, que se valla ella sola en taxi – dijo la joven del ganchito.-Sí claro, yo ya tenia pensado llevarla – afirmo Eiji.-Ten cuidado con ella, algo le pasa, aunque no me lo a querido contar, así que solo no la molestes, se que me entiendes ¿no? – le increpo Ann, al joven, algo preocupada.-Sí, no te preocupes, yo también he notado que le pasa algo – dijo el pelirrojo, mientras se acercaba a Sakuno.-Vámonos linda – le dijo Eiji a Sakuno, quien otra vez estaba con la mirada perdida.-Esto… no es necesario Eiji, yo tomare un taxi – dijo la castaña, mientras agarraba su cartera.-No Saku, yo te acompaño, no me niegues eso por favor – dijo Eiji sonriéndole a la castaña.-Esta bien, gracias Eiji – dijo Sakuno, también sonriéndole levemente.Así, Sakuno y Eiji, se despidieron de todos, y salieron a la puerta, donde también había gente tomando.-Sakuno, espérame un rato aquí, olvide decirle algo a Momo – dijo Eiji – entrando de nuevo a la casa.La castaña se quedo parada sola, cruzando los brazos, ya que hacia frió, y estaba corriendo el viento, y ella solo se encontraba, con una pequeña casaca de jean, que no la abrigaba mucho.-*Que frió que hace* - pensó Sakuno, mientras veía a un grupo de chicos, que al parecer eran amigos del hermano de Ann, ya que se veían algo mayores, acercársele.-Hola linda – le dijo uno de ellos, mientras sus amigos reían.Sakuno no le hizo caso, y se alejo un poco.-Te estuve viendo toda la noche, eras la mas linda de la fiesta – le volvió a decir, mientras se acercaba poco a poco a Sakuno.-Déjame en paz, ¡Idiota! – le dijo la castaña, mientras lo miraba con desprecio.-¿Quieres esta copa?, veras que te hará muy bien – le dijo, mientras le estrechaba una copa de vino, y se acercaba aun mas a la castaña, prácticamente acorralándola contra la pared.-No te preocupes, ¡¡Ella no toma!! - le dijo, mientras alejaba el brazo de este, que estaba a punto de rozar a la castaña.-Ry…Ryoma – dijo la castaña, aun incrédula, al no creer que Ryoma estaba ahí.-¿Y tú quien eres? – le dijo el tipo a Ryoma, con cara de pocos amigos.-Vámonos Sakuno – dijo Ryoma, agarrándola de la mano, y llevándosela, sin contestarle al tipo.-Espera… espera Ryoma – dijo la castaña, cuando ya se habían alejado lo suficiente de la casa de Ann, tratando de parar, ya que el ambarino, solo la jalaba.-¿Qué pasa? – dijo el ambarino, deteniéndose.-¿Cómo que, que pasa Ryoma? Vienes y me empiezas a jalarme sin parar, ¿Qué crees que haces? – le dijo la castaña, algo molesta.-Te estoy llevando a casa… Sakuno – le dijo, lo más tranquilo que pudo, ya que no quería pelear con ella.-No te pedí que me llevaras Ryoma… Eiji me iba a acompañar – dijo la castaña, mientras se soltaba de la mano de Ryoma, que aun la tenia agarrada.-¿Y donde estaba ese idiota?, que te dejo ahí sola – le pregunto el ambarino, algo sobresaltado ya.-Pues, no te tengo que dar explicaciones, Eiji, ahora debe estar preocupado, pensando a donde me fui – dijo la castaña, empezando a llamar al celular de Eiji.-No me importa que él este preocupado Sakuno – dijo el ambarino, mientras veía a la castaña llamarlo.-Alo Eij… – dijo la castaña, quien no pudo terminar de hablar, ya que Ryoma le había quitado el teléfono.-Aló Eiji, soy Ryoma… Sakuno esta conmigo ok, yo la voy a llevar a casa – dijo el ambarino, con voz seria, mientras que durante cada gesticulación de palabra miraba a la castaña.El ambarino, colgó el teléfono, lo guardo en el bolsillo de su jean, y volvió a tomar la mano de Sakuno, quien no dijo una sola palabra, hasta llegar a la casa.Luego de llegar a su casa, Sakuno, se dirigió a la sala, donde se sentó, y dejo su cartera a un lado.Ryoma por otro lado, también se sentó al lado de ella.-Ryoma… ¿Por qué, no me puedes querer, como yo te quiero a ti…? ¿Por qué? Dímelo – dijo la castaña, mientras giraba todo su cuerpo, para poder ver a la cara a Ryoma.Ryoma, apoyo sus brazos sobre las rodillas, y hecho su cabeza sobre sus manos, sin contestarle a la castaña.-Ryoma… yo te quiero… te quiero demasiado Ryoma – dijo la castaña, mientras se paraba y se acercaba a Ryoma, arrodillándose frente a él, agarrándole las rodillas, haciendo que este alce la mirada.-Te quiero… - dijo la castaña, tiernamente, mientras comenzaba a acariciar el rostro de Ryoma, quien tenia una mirada un tanto triste.Poco a poco, Sakuno, empezó a acercarse al ambarino, quedando a escasos centímetros de él, donde la respiración de ambos, golpeaba con una débil brisa caliente, el rostro de cada uno.-Te quiero demasiado niño… - volvió a decirle la castaña, mientras empezaba a besar delicadamente al ambarino, con besos pausados y tiernos, que fueron creciendo, en un beso lleno de pasión, en donde ninguno de los tenia ganas de parar. Ryoma, se levanto del sofá, alzando a la castaña con el, y sin dejar de besarla, la recostó contra el sofá suavemente, mientras que Sakuno, sentía como todo dentro de ella empezaba a quemar, Ryoma le hacia sentir sensaciones realmente exquisitas, sus labios que no dejaban de besarla, se tornaban deliciosos, las manos de la castaña, que empezaron a tomar vida propia, empezaron a adentrarse dentro del polo de Ryoma, apretando fuertemente su espalda.Las manos de Ryoma, que también tenían vida propia, empezaron a acariciar delicadamente las piernas de Sakuno, subiendo y bajando en un vaivén de sensaciones nuevas para ambos.Ambos jóvenes tuvieron que dejar de besarse, aunque no lo quisieran, sus pulmones se los exigían, pero esto no hizo que las caricias acaben, ya que el ambarino empezó a besar el cuello de Sakuno, de una manera tan sublime, que la hacia delirar de pasión, Ryoma, no se daba cuenta, de lo que estaba a punto de hacer, simplemente se dejaba llevar por el instinto de tenerla, el también sentía deseos de seguir, y sin darse cuenta ambos jóvenes empezaron a subir las escaleras, llegando al cuarto de la castaña, en donde ambos dieron rienda suelta a sus mas bajos instintos.A la mañana siguiente, los rayos de sol, que daban directamente en el rostro de Sakuno hicieron que levante, eran cerca de las 10 de la mañana, algo cansada, por la faena de ayer, la castaña, empezó a estirarse, por toda la cama, que se encontraba muy desorganizada, y ya sabemos porque.-Ryoma… - dijo la castaña, tratando de encontrarlo.Pero nadie contesto, luego de un arto Sakuno, se paro, estaba muy feliz, había pasado, la noche mas maravillosa de su vida.La castaña, vio que en su escritorio, había un pequeño papel, que decía,“cuídate pequeña torpe”, Sakuno no entendía el mensaje, sabia perfectamente que Ryoma lo había escrito, ya que el era el único que le decía así, y porque era su letra, pero… que significaba eso.Sakuno, se puso una gran polera encima, al parecer Ryoma la había dejado tirada.-*¿Dónde estas Ryoma?* - dijo la castaña, saliendo a buscarlo.Busco por todos lados de la casa, y no lo encontró toco la puerta de su cuarto, y al no escuchar respuesta, decidió entrar.-¿Y donde están todas sus cosas?... – Dijo la castaña, entendiendo que Ryoma se había marchado.5 años después…